La caricatura política

Desde hace siglos la caricatura ha sido utilizada como un medio más para decir y opinar sobre la política y la sociedad. Se trata de un retrato exagerado en la que se plasma a un personaje (persona pública dibujada o también ficticia) que bromea con los hechos de la contingencia.

Sin embargo, en su génesis, la caricatura estaba protagonizada por animales u objetos, por allá por el siglo XVI. Posteriormente empezó a convertirse en el arma mediática para decir lo que se necesitaba decir y de la forma correcta o sencillamente para desprestigiar, con la sátira en todo su esplendor.

Dibujos de Lucas Cranach caricaturizando al Papa y a Jesús (1521)
Lucas Cranach caricaturizando al Papa y a Jesús (1521)

Famoso el caso de las caricaturas de Lucas Cranach en la época de la reforma  en la iglesia católica con el «Cristo coronado de espinas» y «El papa coronado con oro”, con las que caricaturizó a las máximas referencias católicas. Tiempo después la Iglesia Católica hizo lo mismo en el contexto de la contra-reforma y así se dio inicio a la caricatura como un arma de propaganda poderosa.

Pero fue en el siglo XIX cuando la caricatura empezó a enfocar su propaganda en la política. Napoleón III y Luis Felipe fueron los focos de la caricatura en Francia. Así se volvió un hábito común en todo el mundo. En la misma Francia con “Charlie Hebdo”, que se caracteriza por caricaturizar a las figuras políticas más grandes de todo el mundo (y también a las religiosas, causa del último conflicto armado que sufrió el semanario parisino).

Portada revista
Portada revista «The Clinic» sobre incidentes en el Gobierno de Bachelet (2007)

En Chile la situación no es distinta. La revista “The Clinic” (1998-presente) es popular por su forma de contar las noticias siempre apoyadas con caricaturas, incluso en la portada. En 2007, en el contexto de la “Revolución Pingüina” (movimiento estudiantil) y el escándalo de transporte que protagonizó el Transantiago y su mal funcionamiento, la revista “The Clinic” sacó un número dedicado a la Presidenta Michelle Bachelet. Así también, la revista se hizo presente en diferentes eventos, como la muerte de Augusto Pinochet o escándalos de evasión de impuestos.

Hoy siguen apareciendo diversos medios dedicados a la caricatura política, como el caso de “Malaimagen”, que ha tomado gran fuerza entre los jóvenes que buscan reírse del presente político del país. Por ejemplo, las caricaturas de «Malaimagen» no se ausentaron durante el Gobierno de Sebastián Piñera, quien a ojos de muchos chilenos cometió errores que incluso parecían patéticos, como la pronunciación errónea de muchas palabras (ejemplo: «marepoto» cuando intentó decir «maremoto»), la confusión de personajes históricos o hechos mundiales y chistes inoportunos.

Caricatura de
Caricatura de «Malaimagen» sobre Sebastián Piñera (2013)

Este portal ha impulsado a una nueva generación a importarse por el acontecer político, a entender el masivo descontento social que existe entre los chilenos y que, por lo tanto, sigue utilizando a la cacicatura como medio de propaganda, aunque adaptándose a las nuevas y diversas realidades.

Deja un comentario